Anoche se organizó una pequeña fiesta en la casa que Vanessa Selbst, Maria Ho, Vanessa Rousso y Liv Boeree tienen en Las Vegas. Acudieron la mayoría de los grandes nombres del circuito de poker y pasaron un buen rato. Hasta aquí, todo bien.
No cabe duda de que Las Vegas es un buen lugar para organizar fiestas, pero si tus invitados son un puñado de jóvenes adinerados que acaban de ser eliminados de un torneo y necesitan ahogar penas y aliviar tensiones, pues el resultado sólo puede ser uno: la madre de todas las fiestas o la madre de todas las batallas, que diría Sadam Hussein.
Lo de batalla no es que lo diga yo, es lo que debió de pensar el médico de turno cuando le fueron llegando, uno a uno, todos los heridos de la fiesta. Las circunstancias eran propicias para cualquier cosa, tanto para hacer unas risas como para romperse la crisma. Había piscina, se podía jugar al ping pong, al volleyball, al baloncesto y sobre todo, se podía beber. Al parecer, había alcohol para parar un tren e incluso para ponerlo en marcha.
Todo muy yankee, si se me permite decirlo, eso de combinar la ingestión masiva de alcohol con la exhibiciones atléticas y claro, después pasa lo que pasa. Yo soy más de beber sentado o, a lo sumo, apoyado en la barra. Los profesionales del poker empinaron el codo de lo lindo y el resultado fue una caravana de lisiados rumbo al hospital. Esperemos que la travesura no tenga mayores consecuencias para su actuación en las WSOP® y podamos seguir disfrutando de la presencia de los jugadores heridos para lo que resta de series. El resto que aprendan a jugar con resaca, aunque seguro que ya saben.
A continuación os mostramos la tabla con los jugadores que se llevaron premio en la fiesta de ayer:
Posición | Jugador | Premio |
---|---|---|
1 | Ryan “Golfa” D'Angelo | Un brazo roto |
2 | Liv Boeree | Un tobillo roto |
3 | Tiffany Michelle | Dedo parcialmente cortado |
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