La segunda jornada del Aussie Millions de 2011 tiene una definición concreta: rapidísima. Tanto es así, que los organizadores pensaron en un momento que se iba a romper la burbuja de premios. De los 216 jugadores que comenzaron, sólo quedan ya 76.
Uno de los damnificados por el ritmo vertiginioso del torneo fue Phil Ivey. Cuando el juego ya se había decretado mano por mano, ya que sólo quedaban diez eliminaciones para llegar al dinero, el americano pago en gran ciega una subida de Antonius cuando ambos tenían un stack efectivo que rondaba las 200.000 fichas y la media se situaba en 170 mil. El flop dibujó Q de tréboles, 9 y 7 de picas. Tras el check de Ivey, Antonius apostó el bote, a lo que el americano respondió con una resubida a 50.000puntos. El extenista, tras pensar un rato, decidió empujar todas sus fichas al centro del tapete que Ivey se apresuró a pagar enseñando AQ de picas. Con pareja de mesa y proyecto de color máximo, pocas manos parecían inquietarle. Patrick mostró T8 de picas, que le daba proyecto de escalera de color, de color más bajo que el del americano y de escalera simple. Y eso fue lo que pasó. Una jota de diamantes en el turn le quitaba la iniciativa en la mano a Ivey, que vió como el 8 del river no le valía para nada.
Sin duda, la mano más importante del torneo, tanto por el montante del bote final –más de 400.000 fichas- que aúpan a Antonius a las primeras posiciones, como por quiénes lo estaban jugando –dos grandes que se conocen perfectamente y que siempre acaparan los focos con sus movimientos-. Así, con 13.000 fichas de resto, Ivey se envidó con K7 de corazones y vio como su rival le ganaba la mano con K2, el dos de picas, y cuatro cartas del mismo palo sobre el tapete australiano. La próxima vez será…o quizá mañana.
Porque esta es la diferencia entre los torneos buenos, los grandes y los grand slams. El Aussie Millions ofrece una cantidad de actividades y torneos paralelos muy atractivos para las grandes figuras de este deporte. Sin ir más lejos, hoy se ha disputado la primera jornada del evento heads-up de 10.500 dólares de buy-in, donde Daniel ‘jungleman12’ Cates quería reafirmar su condición de número 1 online en esta modalidad. El torneo ha contado con 16 participantes y mañana se completará con otros 16 jugadores. Cates era uno de ellos, pero no ha podido alcanzar las semifinales, que otorgan un premio de 40.000 dólares, tras caer a las primeras de cambio ante Andrew Pantling.
Otra ilustre que no pudo pasar de la primera ronda fue Anita Obrestad, que fue eliminada por Jordanou, el jugador más espectacular del evento que finalmente se quedó fuera de la competición al ser eliminado por Dan Smith, uno de los semifinalistas. El otro que logró avanzar hasta las finales del viernes es Barry Woods, que dejó en el camino a Mark Everett en la última ronda. Mañana entrarán en juego otros 16 jugadores que tratarán de alcanzar los 150.000 dólares de premio para el primero.
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