Corea del Sur está escandalizada con la aparición de un vídeo con cámara oculta en el que seis monjes budistas de la orden Jogye, que cuenta con más de 10 millones de seguidores, juegan al poker, beben y fuman en un hotel de lujo.
Y cuando hablamos de “monjes gamblers” no lo decimos con la habitual sorna de Poker-Red para tratar este tipo de noticias. Esta vez es con fundamento.
Según las informaciones que recogemos -vía The Guardian- que citan a Seongho, uno de los monjes superiores de la orden que ya ha pedido disculpas públicas, en la partida, de 13 horas de duración, los monjes habrían apostado una cantidad superior a los... ¡600.000€!
“Los mandamientos budistas condenan el robo y miren lo que han hecho. Han usado el dinero de muchos budistas para jugar”, declaró Seongho, el monje superior que ha hecho público el escándalo tras recibir el vídeo. “Pedimos sinceras disculpas por el comportamiento de varios monjes de nuestra orden. Los implicados ya están siendo investigados y serán castigados de acuerdo con las normas budistas tan pronto como se haya verificado los hechos investigados”.
Este suceso ha desenterrado en Corea del Sur el debate sobre el control de los fondos de las órdenes budistas que proceden de suculentas donaciones y no están sujetos a impuestos.
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